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España en recesión

La economía española entró oficialmente en recesión en el primer trimestre del año debido a una continua caída de la demanda interna y un menor aporte del sector externo, dijo el Banco de España, confirmando lo que auguraba la mayoría de los oscuros pronósticos.

Según el informe de abril del banco central, entre los meses de enero y marzo del 2012 la economía se contrajo 0.4 puntos porcentuales frente al trimestre anterior, con lo que acumuló dos trimestres consecutivos de caída, lo que define una recesión técnica.

Asimismo, el Producto Interno Bruto (PIB) descendió 0.5 puntos frente a igual periodo del año pasado, rompiendo siete trimestres de crecimiento positivo en la comparación interanual.

En el último trimestre del 2011, la economía había caído un 0.3% intertrimestral, pero había crecido un 0.3% a tasa interanual. “La demanda nacional volvió a caer (…), como viene ocurriendo en los últimos cuatro años, aunque el descenso fue algo más atenuado que en el período de octubre-diciembre, mientras que la aportación de la demanda exterior neta fue de nuevo positiva, pero también inferior a la del trimestre precedente”, dijo la autoridad monetaria.

Según las proyecciones de la entidad que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez, la demanda nacional habría caído 0.9 puntos en el primer trimestre, mientras que el aporte del sector externo fue positivo en seis décimas.

“La economía española inicia 2012 en situación de recaída, con un patrón de contracción de la actividad que, por el lado del gasto, comporta una demanda nacional muy débil, cuyo impacto sobre la producción se ve únicamente amortiguado por la mayor fortaleza relativa del sector exterior”, dijo el informe.

El Banco de España justifica la pérdida de dinamismo de las ventas al exterior en la debilidad de algunos países de la zona euro y a pesar de las ganancias de competitividad que ha seguido acumulando la economía doméstica.

“En conjunto, la demanda exterior neta mantuvo una aportación significativa al avance del PIB en el primer trimestre de 3.2 puntos porcentuales en términos de la tasa de variación interanual”, añadió el informe.

Por el lado de la oferta, según la institución, todas las ramas productivas contribuyeron al descenso del producto, con excepción de la agraria. “Se produjo una ligera reducción en el ritmo de contracción de la industria y de la construcción, aunque, en este último caso, la caída sigue siendo muy elevada”, indicó.

En el ámbito de los costos laborales, el banco prevé una moderada desaceleración del salario por trabajador en el primer trimestre del año, debida a una “cierta contención” de las alzas de sueldos, que se situaron en el 2.2% hasta marzo.

En los mercados, la incertidumbre afecta especialmente a la periferia de la Zona Euro (España e Italia), en un contexto de castigo generalizado a las Bolsas europeas, que los analistas atribuyen a motivaciones políticas, tras el triunfo del socialista François Hollande en la primera vuelta de las presidenciales de Francia, abriendo la puerta a un eventual cambio de gobierno. Eso pondría en peligro la “doctrina de la austeridad”, impulsada por el binomio que integran el presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel, aseguran los analistas financieros.

La Bolsa de Madrid llegó a liderar las pérdidas en los mercados europeos en la mañana de ayer, con una baja de más de 3 por ciento, y se colocó por debajo de los 7000 puntos, cerca de mínimos que no se registraban desde marzo de 2003. Sobre el cierre de la jornada, Madrid perdía 2,76 por ciento; París y Frankfurt retrocedían 3,06 y 3,40 por ciento, respectivamente; y Milán 3,94 por ciento. El anuncio realizado durante el fin de semana, en el marco del G-20, por el Fondo Monetario Internacional (FMI) de redoblar su colchón financiero, hasta alcanzar los 430.000 millones de dólares para garantizar la estabilidad financiera y la recuperación económica mundial, tampoco logró calmar a los mercados. Y como si fuera poco, el Banco de España confirmó que la economía ibérica cayó 0,4 por ciento en el primer trimestre de 2012 respecto de los últimos tres meses de 2011, lo que certifica su segunda recesión en los últimos cinco años.

De este modo, España encadena dos trimestres consecutivos de caída del PIB, mientras que en comparación con el primer trimestre de 2011, el PIB cayó 0,5 por ciento tras siete trimestres de subas interanuales. Según el Banco de España, el deterioro económico se explica por la caída de la demanda nacional, de 0,9 por ciento, “como viene ocurriendo en los últimos cuatro años, aunque el descenso fue algo más atenuado”. El aporte de la demanda exterior neta fue de nuevo positivo (0,6 por ciento), pero también inferior al del trimestre precedente.

España había estado en recesión por primera vez en 15 años en el último trimestre de 2008 y no logró salir de ella hasta el primero de 2010. La cara más amarga de la crisis que atraviesa se refleja en el alto número de desocupados: según el Banco de España, la tasa de desempleo se situó en el primer trimestre de este 2012 en torno del 24 por ciento. La última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada hasta ahora (el dato más fiable sobre el desempleo en España) fijó en un 22,85 por ciento la tasa de desempleados en el país durante el último trimestre de 2011, lo que equivale a casi 5,3 millones de personas sin trabajo.

Los datos del próximo informe de EPA, correspondiente a los tres primeros meses de este año, se conocerán este viernes. La Comisión Europea se mostró ayer preocupada por la situación española, a través de su vicepresidente y comisario para la Competencia, el español Joaquín Almunia. No obstante y tras las reformas emprendidas en el país, “estamos en buena posición para pedir a nuestros socios europeos la solidaridad y el apoyo necesarios para superar las dificultades”, añadió en Madrid, donde participó en un foro informativo.

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