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PIB EEUU 2015, Según FED

Las palomas volvieron a imponer el jueves su puño de acero en la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal. Al fin del encuentro, el Comité de Mercado Abierto del banco central estadounidense optó por mantener los tipos de interés en un rango de entre el 0% y el 0,25%, en sintonía con la línea mantenida desde diciembre de 2008. Una decisión que llegó marcada por la reciente volatilidad e incertidumbre ante el debilitamiento de la economía mundial, según reconoce el comunicado oficial.
"Los recientes acontecimientos económicos y financieros globales pueden frenar la actividad económica y es probable que pongan más presión a la baja sobre la inflación a corto plazo", reconocían los altos funcionarios de la Fed al término de la reunión, donde sólo Jeffrey M. Lacker, presidente de la Reserva Federal de Richmond, votó en contra de mantener los tipos en los niveles actuales. El resto de los nueve miembros del FOMC con derecho a voto optó por seguir con la política extra acomodaticia que ha caracterizado al banco central de EEUU en los últimos seis años.

Así, la inflación volvió a ser el aliciente ausente para aderezar la receta que justifique una normalización de los tipos de interés a este lado del Atlántico. "La inflación se ha mantenido por debajo de la proyección a largo plazo de la Fed", reconocía la propia presidenta de la Fed, Janet Yellen, quien aclaró que pese a que inicialmente se pensaba que el efecto de la caída en las materias primas y los precios de importación sería transitorio, la realidad demuestra que no ha sido así. "La nueva caída en los precios del petróleo y la continua apreciación del dólar hacen pensar que la inflación permanecerá muy baja durante los próximos meses", señaló la mandamás de la Fed a la vez que apuntó que "va a tomar más tiempo para que estos efectos se disipen totalmente".
De hecho, si echamos un vistazo a las nuevas previsiones publicadas el jueves por la Fed, los precios no alcanzarán el objetivo del 2% impuesto hasta 2017. Recordemos que, actualmente, la inflación se mueve sobre el 0,3% interanual. El banco central estadounidense redujo sus proyecciones en una décima para el año que viene, cuando ésta se moverá en una horquilla del 1,5% y el 1,8%. En 2017, las previsiones apuntan que ésta se moverá entre el 1,8% y el 2%. Al mismo tiempo, la Fed mejoró su previsión de crecimiento económico para EEUU este año, cuando el PIB crecerá entre un 2% y un 2,3% frente al 1,8% y el 2% previsto en junio. Sin embargo, las cifras para 2016 y 2017 se rebajaron en una décima.

Para Yellen, el pánico generado por los vaivenes en China y la posibilidad de un debilitamiento económico a nivel mundial podrían frenar "algo" la marcha de la economía estadounidense. "La situación en el extranjero requiere una estrecha vigilancia", afirmó la principal funcionaria del banco central estadounidense. Sin embargo, la Fed todavía observa un crecimiento moderado del PIB y una reducción continua de los problemas en el mercado laboral, por lo que no se descarta una subida de tipos antes de que termine el año. "La economía estadounidense está evolucionando bien y esperamos que continúe haciéndolo", señaló.

¿En octubre?
En estos momentos, existen pocas opciones de que Yellen y los miembros del FOMC opten por iniciar el proceso de normalización monetaria en su próxima reunión del 27 y 28 de octubre, ya que este encuentro no contará con actualización de proyecciones económicas ni con la comparecencia pública de la presidenta de la Fed, un hecho que muchos consideran crucial en el momento en que el banco central decida iniciar su primer ciclo alcista en casi una década.
Sin embargo, Yellen admitió que de requerirse una subida de tipos el próximo mes, el banco central convocaría una conferencia de prensa extraordinaria para justificar su decisión. En su peculiar estilo, la mandamás de la Fed aclaró a los presentes en la sede del banco central en Washington que "no puede ofrecer una receta exacta" sobre cuáles son las condiciones apropiadas para iniciar una subida de tipos.
Lo que vuelve a estar claro, y así lo puso de manifiesto la guardiana que vela por la política monetaria estadounidense, es que el proceso será "calmado" y una vez que se inicie la primera vuelta de tuerca "la política monetaria seguirá siendo altamente acomodaticia", dijo. Es importante destacar que la nueva hoja de ruta publicada el jueves por los funcionarios de la Fed observa un ciclo alcista aún más lento y moderado que el adelantado el pasado mes de junio.
En estos momentos, el FOMC sitúa los tipos en el 0,4% a finales de este año, frente al 0,6% previsto hace tres meses, lo que implicaría una subida de tipos de alrededor de 25 puntos básicos antes de que finalice el año. En 2016, los tipos de interés podrían alcanzar el 1,4%, dos décimas menos de lo previsto, y un año después subir hasta el 2,6%, lo que implica una rebaja de tres décimas con respecto a las cifras barajadas en junio.
En los próximo tres años, el banco central estadounidense colocará los tipos en el 3,4%, según el cálculo de la media de las distintas previsiones realizadas por los funcionarios de la Fed.

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