El Banco Central marroquí mantuvo su previsión de crecimiento del PIB del país para este año en un 4,6 % gracias a una campaña agrícola excepcional, pero para el año siguiente el crecimiento bajará a casi la mitad para situarse en un 2,4 %.
El gobernador del Banco Central, Abdelatif Juahri, ofreció hoy su informe trimestral en el que mantuvo las previsiones para 2015 y desveló las de 2016, que contienen una fuerte bajada debido a la previsión de una campaña agrícola normal.
En 2015, los 115 millones de quintales de cosecha cerealista van a mejorar todo el PIB y compensar la baja de 3 puntos del PIB no agrícola.
Además, el crecimiento de este año ha creado pocos puestos de trabajo, solo 38.000 nuevos empleos -dijo-, pero pese a ello la tasa de desempleo ha bajado ligeramente para situarse en un 8,9 % de la población activa.
Sobre el déficit público, Juahri lo situó en un 4,3 % del producto interior bruto, cifra estable conseguida gracias al menor peso (-54 %) en las finanzas públicas de la llamada Caja de Compensación, el mecanismo por el que el Estado financia artículos de primera necesidad como la harina, el azúcar y los combustibles.
La bajada de los productos petroleros en el mercado internacional ha tenido un efecto benéfico para el Estado y también para el ciudadano, que no ha notado la "descompensación" o retirada gradual de las subvenciones emprendida por este gobierno con los productos petroleros.
En cuanto a la inflación, se mantiene la previsión de un 1,8 %, en una coyuntura de escasas presiones inflacionistas internas y externas.
Tampoco habrá cambio en el tipo rector de tipos de interés, que se mantiene en un 2,5 %, "porque la coyuntura no lo exige", aunque Juahri reconoció que tanto la inflación como el tipo rector pueden cambiar en tres situaciones: la subida de los precios internacionales del petróleo, la reforma del sistema de jubilación o los acuerdos del diálogo social.
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