El gobierno alemán rebajó ligeramente su previsión de crecimiento hasta el 1,7 por ciento para este año, culpando a una desaceleración económica en China y otros mercados emergentes, pero confirmó su predicción de una expansión del 1,8 por ciento el próximo año.
En abril, el gobierno había pronosticado un crecimiento del 1,8 por ciento para la economía más grande de Europa para este año.
"La economía alemana sigue creciendo. Se mantiene en el buen camino a pesar de las perspectivas moderadas para la economía global con un menor crecimiento en China y los mercados emergentes ricos en materias primas", dijo el ministro de Economía, Sigmar Gabriel.
Las exportaciones estimadas por el Ministerio de Economía subirían en un 5,4 por ciento este año y un 4,2 por ciento el próximo año, mientras que las importaciones aumentarían un 5,9 por ciento y 5,3 por ciento respectivamente.
Eso significa que el comercio exterior sólo hará una pequeña contribución al crecimiento de este año. El consumo privado será probablemente el único pilar de apoyo del próximo año, dijo el ministerio.
El ministerio espera que la demanda interna se eleve en un 1,7 por ciento este año y un 2,1 por ciento el próximo año, en comparación con las previsiones de abril, que apuntaban a incrementos del 2,0 y el 1,8 por ciento respectivamente.
También revisó al alza sus estimaciones para el gasto público a un aumento del 2,3 por ciento este año y del 2,0 por ciento el próximo año, debido principalmente a un mayor gasto para los refugiados.
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