Consiste en invertir en las llamadas “empresas de crecimiento”. Se llaman así porque sus beneficios crecen, o se espera que crezcan, a una tasa muy superior a la del conjunto del mercado. Un ejemplo típico serían las empresas de restauración (McDonalds en Estados Unidos, Telepizza en España, etc.) en sus primeras fases de expansión. Supongamos 2 empresas, A y B. Ambas tienen un beneficio por acción de 1$. La empresa A es una empresa sólida de un sector maduro. Su riesgo es muy bajo y sus beneficios crecen a una media del 10% anual. La empresa B es una empresa de crecimiento, de alto riesgo y cuyos beneficios crecen a una media del 25% anual. El primer año la empresa A cotiza con un PER de 15 y la empresa B cotiza con un PER de 25, ya que se espera que sus beneficios crezcan a un ritmo superior en el futuro. En los siguientes 10 años ambas mantienen sus crecimientos del 10% y el 25% y en el mercado siguen cotizando con la mismas tasas de PER (15 y 25). Al cabo de esos 10 años la empresa