B2B significa Business to Business (de negocio a negocio) y se trata de aquellas iniciativas de comercio electrónico cuyos productos o servicios se orientan a otras empresas como clientes.
Incluyen todos los comercios electrónicos que comercializan servicios profesionales (asesorías, consultoría, publicidad, selección de personal, formación digital, logística, viajes, información financiera de otras compañías, seguros y productos de inversión, bancos de imágenes, solvencia crediticia, trabajo temporal y muchos otros servicios digitalizables en su totalidad o parcialmente).
Además de esto, las empresas pueden negociar y adquirir electrónicamente todo tipo de bienes de consumo, informáticos, ofimáticos, muebles y un largo etc.
Los principios de comercio electrónico se mantienen en modelos B2B con variaciones en cuanto a los sistemas de pago, distribución, modelos de suscripción, posibilidades de financiación o integración con los softwares de gestión que pueda tener la empresa (ERP) para automatizar así los pedidos.
Las grandes empresas utilizan plataformas de e-procurement (obtención electrónica) como Aquanima del Banco de Santander o Adquira de Telefónica, BBVA, Repsol e Iberia. Estas plataformas funcionan con sistemas electrónicos de licitación y subastas inversas (a la baja). Reducen los precios de partida de los proveedores a cambio de pedidos de grandes volúmenes.
Estas plataformas permiten a las empresas una mayor agilidad en la reposición de los productos que adquieren, un mejor control y seguimiento y el acceso instantáneo a mercados remotos.
Además de esto, facilitan la comparación de ofertas y la selección de la oferta idónea. En muchas ocasiones estas plataformas son herramientas para proponer ofertas y compararlas con una unificación de criterios de selección.
B2C significa Business to Consumer (de negocio a consumidor) y se trata de aquellas iniciativas de comercio electrónico cuyos productos o servicios se orientan al consumidor final.
Estas plataformas son más sencillas que las B2B por no incluir sistemas complejos de integración con los ERPs, subastas, facturación electrónica o licitaciones. Aunque pueden desarrollar dinámicas sofisticadas de recomendación para mejorar la experiencia del consumidor. Algunas de estas dinámicas pueden ser:
Cobuying o compra agrupada: utilizar la web y las redes sociales para formar grupos espontáneos de consumidores que demandan un producto o servicio similar y ponerlos de acuerdo para incrementar su fuerza de negociación. Los consumidores que concurren en estas ofertas se comprometen a realizar la compra una vez que el grupo selecciona la oferta más convincente.
Deals (tratos): ofertas de interesantes descuentos temporales y renovadas periódicamente. Han proliferado en los dispositivos móviles con gran velocidad y permiten avanzadas búsquedas por múltiples criterios como precio medio, localización por proximidad, o tipo de oferta (en el caso de restaurantes tipo de cocina).
Recomendadores: son herramientas de comparación de condiciones o de opiniones de clientes. Pueden agruparse por sectores, Rastreator en seguros o Tripadvisor en viajes son buenos ejemplos.
Outlets: comercializan principalmente ropa de marcas importantes a menos de la mitad de su precio en las tiendas físicas. En ocasiones son restos de temporadas y las promociones tienen duraciones limitadas en el tiempo.
Otra variación es la de C2C (consumidor a consumidor) o ventas entre particulares. Se trata de anuncios por palabras que describen usualmente productos de segunda mano. Este tipo de comercio electrónico se ha potenciado muchísimo con el referente mundial CraigList. CraigList que permite la publicación de anuncios gratuitos entre particulares mientras cumplen una serie de normas como en el caso de los productos inmobiliarios no rebasar una determinada cantidad en cuanto su precio.
La versión española de la exitosa CraigList es Milanuncios que en poco tiempo se ha convertido en la web de referencia entre particulares.
Ebay es la pionera como gran sitio web de transacción entre particulares de todo tipo de bienes en el mundo occidental. Su volumen de transacciones es de tal magnitud que adquirieron en sudía el referente en pagos electrónicos PayPal.
En el hemisferio oriental el que manda es Alibaba que acumula ofertas de productos a precios muy competitivos producidos en mercados asiáticos.
Otra variedad es el comercio electrónico de ideas de negocio y proyectos de productos a inversores. En esta modalidad se encuadran o bien ideas de startups o bien proyectos de productos que para ser fabricados requieren una serie de pedidos mínimos (de productos que todavía no existen). Así han visto la luz productos como relojes inteligentes y otros tipos de productos tecnológicos, películas, publicaciones y muchas otras propuestas creativas.
El referente internacional es kickstarter.com y agrupa a miles de emprendedores con ideas sorprendentes en busca de microfinanciación. Es quizá uno de los modelos de comercio electrónico más avanzado y disruptor. Es el acceso directo a inversores a una escala global que sería imposible por otras vías alternativas a las del comercio electrónico.
Antes un emprendedor con una idea tenía muy difícil el acceso a la financiación en los circuitos convencionales. En este tipo de sitios web los que invierten son los propios compradores del producto en cuestión una vez que sea producido. Ellos aportan el dinero equivalente al precio total o parcial de producto una vez que sea comercializado y está dispuestos a esperar a que sea producido. Se benefician de la primicia de ser los primeros propietarios de este tipo de productos frecuentemente con un gran componente innovador. Excepcionalmente la compra del producto también puede conllevar la adquisición de acciones de la empresa convirtiendo así a los consumidores en socios.
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