Los principales partidos políticos de México coinciden en que el país necesita reestructurar sus leyes laborales pero están en desacuerdo en cómo hacerlo, al tiempo que una propuesta para relajar las normas de contratación y aumentar la democracia dentro de los sindicatos amenaza con desatar una ola de descontento. Sus defensores dicen que la reforma -que permitiría trabajar a tiempo parcial, la paga por hora y subcontratación- ayudará a México a crear el millón de puestos de trabajo nuevos que necesita cada año para los jóvenes y los migrantes que regresan de Estados Unidos. Tiene el respaldo del presidente saliente Felipe Calderón, que la presentó este mes al Congreso, y del presidente electo, Enrique Peña Nieto. Los oponentes a la propuesta dicen que los bajos salarios que paga México en varias ramas ya hacen su trabajo más atractivo que países con ingresos cada vez mayores, como China, y que lo último que necesitan los trabajadores mexicanos es una reforma que recorte los mag