Este año lograr crecer 4.8 por ciento, que es la meta máxima esperada por el Gobierno de Nicaragua, será cada vez más difícil. Entre enero y junio de este año la economía de Nicaragua creció 3.9 por ciento, aproximándose al 4 por ciento previsto por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su última visita a Managua. Tras un mes de retraso, el Banco Central de Nicaragua (BCN) publicó el pasado 13 de noviembre el informe trimestral del Producto Interno Bruto (PIB), cuyos indicadores confirman que la economía está siendo sostenida por la construcción pública y privada, así como por el consumo, principalmente el gasto de los hogares. En término interanual, el Producto Interno Bruto al segundo trimestre de este año se expandió 3.2 por ciento, ubicando el promedio anual en 4.2 por ciento, según estimaciones preliminares del Banco Central de Nicaragua. Por el lado del gasto, si bien el Producto Interno Bruto se recalentó en la primera mitad del año por la expansión acelerada de la formación bruta de capital fijo y del consumo (16.5 por ciento y 4.3 por ciento, respectivamente), este dinamismo fue contrarrestado por el estrepitoso aumento del 15 por ciento del gasto por importaciones. Según el máximo emisor bancario, la formación bruta de capital fijo fue empujada por todos los componentes de la inversión: construcción (18.7 por ciento), maquinaria y equipo (9.4 por ciento) y otros gastos de inversión (24 por ciento). El exministro de Hacienda y expresidente del Banco Central de Nicaragua, Mario Arana, explicó que el fuerte crecimiento en el indicador de formación bruta de capital fijo se explica por las nuevas inversiones que en los meses recientes se han venido anunciando, entre estas tiendas comerciales, viviendas, hoteles y aeropuerto. No obstante indicó que el impacto de todas estas nuevas inversiones que están concluyendo en la segunda mitad de este año se deberán sentir en este período, lo que garantizaría que el crecimiento logre el 4 por ciento o bien el 4.3 por ciento, que como meta mínima proyecta el ejecutivo. “Yo no veo crecimiento del 5 por ciento, yo lo veo alrededor del 4 por ciento (…), no veo llegar a 4.8 por ciento, sino más bien cerca del 4, el Fondo también está haciendo esa previsión en ese sentido, creo que por ahí anda”, afirma Arana. El aumento acelerado del indicador de importación, según Arana, se explicaría por una mayor compra de maquinarias y equipos demandados por el sector de la construcción, así como por la importación de bienes de consumo, un aspecto que confirma el BCN en su informe. Arana señala que sin duda los factores internos estarían empujando el crecimiento este año, tomando en cuenta que a nivel interno el crecimiento fuerte de las importaciones no puede ser contrarrestado con la caída de los ingresos por exportaciones, que según el BCN en la primera mitad del año se derrumba 2.8 por ciento.
A excepción del FMI, la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) y el mismo Gobierno, Avendaño todavía está convencido de que hay chance para que la economía este año crezca cinco por ciento o al menos cercano a ese número. ¿De qué dependería ese crecimiento del cinco por ciento? Además de esperar un mayor dinamismo en la economía en la segunda mitad del año, Avendaño dijo que se requeriría que los técnicos del Banco Central de Nicaragua salieran de sus oficinas y vayan al terreno donde se están construyendo las primeras obras de lo que será la hidroeléctrica Tumarín. “Se ha construido la carretera, todos los campamentos para albergar a los obreros y a los técnicos muy especializados ya están construidos, la construcción para el nuevo pueblo de Apawás ya se inició, se concluyó el diseño y formulación de ese nuevo pueblo que va a albergar 351 viviendas y todo lo que requiere el pueblo. Es necesario que vayan a dialogar con los inversionistas para que vean lo que ya se ha hecho”, insistió Avendaño. Todo lo anterior aportaría al menos un poco más de un punto porcentual en el crecimiento económico que estima actualmente el BCN, insiste.
Además recuerda que ya se cancelaron como cien millones de dólares en indemnización a las familias que serán afectadas por este proyecto. No obstante el Gobierno recientemente informó que el proyecto antes descrito comenzará hasta en febrero del próximo año, pero Avendaño dice que lo que se comenzará es la construcción de la presa, cuyas excavaciones al menos durarán un año. “En las pláticas que he tenido con los inversionistas me han informado que las bases de la presa tienen que ser sobre rocas duras y encontrar esas rocas es trabajo duro de un año de excavación, entonces la construcción será hacia abajo el próximo año, no hacia arriba no se verá ninguna obra gris el próximo año”, insiste. Además Avendaño insiste en que el crecimiento del cinco por ciento respondería al aumento del cinco por ciento en términos interanuales que está experimentando el consumo de energía, lo que incide en la formación del PIB, aunque admitió que el BCN no le ha dado la importancia debida en la fórmula que usa para determinar el crecimiento económico.
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