El crecimiento de la economía alemana en el tercer trimestre del año, cuando el PIB aumentó 0,3%, frente al 0,4% del segundo trimestre, se vio impulsado principalmente por el consumo privado, gracias al buen tono del mercado laboral y de la evolución de los salarios, así como a la considerable llegada de refugiados, según apunta el Bundesbank en su boletín mensual de noviembre.
El banco central alemán destaca que las favorables perspectivas para el mercado laboral y los salarios, junto con una "considerable inmigración", han creado las condiciones para mantener una importante actividad de consumo que permita al crecimiento del PIB superar su potencial en el mediano plazo.
En este sentido, los economistas del Bundesbank señalan al consumo privado como "factor principal" tras la demanda doméstica en el tercer trimestre, como consecuencia del incremento de la renta disponible de los hogares por la notable mejoría del empleo y la baja de precios relacionada con el descenso del costo de la energía.
El Bundesbank señala que la demanda de los consumidores se vio impulsada adicionalmente por el creciente flujo de refugiados, que llevó a un aumento de los pagos de transferencias, así como del gasto en personal y alojamiento a nivel de los gobiernos locales, regionales y central.
Por otro lado, el banco central de Alemania sostiene que el aumento de la demanda laboral está siendo cubierta todavía primordialmente a través de inmigrantes de países de la UE, mientras que estima que "no es probable" que los refugiados que han llegado al país este año hayan obtenido empleos remunerados.
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