Hugo Perea, gerente de Estudios Económicos del BBVA Continental, explicó que dos factores internacionales generan incertidumbre y podrían afectar la economía peruana: la crisis financiera en Europa y un posible entrampamiento político en EE.UU, en medio de un período electoral, porque al final del año se vencen una serie de exoneraciones tributarias y ampliaciones de gasto en temas sociales, y se requiere un nuevo acuerdo en el Congreso.
“Dado el entorno global, es sorprendente que hayan estimado un crecimiento de 6% de la economía para elaborar el Presupuesto General del 2013 , porque es optimista y usualmente se utilizan supuestos macroeconómicos un poco más conservadores”.
Asimismo, observó una tendencia a la baja sobre el tipo de cambio, y estimó que el próximo año podría cerrar entre 2.55 y 2.6.
En relación a la balanza comercial, que el Gobierno estima que cerrará en positivo en el 2012 (52.9 mil millones de dólares de exportaciones y 44 mil millones de importaciones), señaló que la ampliación de proyectos mineros tendrá un impacto positivo.
Equilibrio estructural
“El compromiso político está en vincular el mayor número de partidas posible al presupuesto por resultados, es decir, en función al cumplimiento de metas cuantificadas. En relación a eso, aumentarán la asignación el año siguiente. Es algo muy positivo que de alguna manera compensa las ineficiencias”, resaltó.
Para el especialista, la idea es que las partidas que implican un gasto inflexible (por ejemplo, el incremento en las remuneraciones para las FF.AA. y la Policía Nacional ) sean consistentes con un equilibrio fiscal.
“Ahora se estima un superávit de 1.1% del PBI, pero tenemos que ver si este resultado es positivo en términos estructurales, es decir, contabilizando solo los ingresos permanentes del fisco. El Gobierno anunció a mediados de año que tiene la intención de ir hacia a un equilibrio presupuestal en términos estructurales que hoy es deficitario”, indicó.
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