El Banco Central Europeo (BCE) puso a revisión jurídica su decisión de comprar un monto ilimitado de bonos de deuda de los países europeos en crisis, ante posibles demandas en el Tribunal Europeo.
Para los opositores, esa adquisición ilimitada de bonos viola los Tratados de la Unión Europea, y por ello el BCE junto con el Bundesbank (el banco central alemán) busca suficientes argumentos legales en defensa de su posición en caso de denuncias, señalaron medios alemanes de prensa.
El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, fue el único que votó en contra de la compra de bonos de deuda de los países en crisis.
Países europeos con presupuestos en equilibrio, como Holanda, Finlandia y Luxemburgo, ven con desagrado esa medida, que se haría previa solicitud de ayuda del país en cuestión al Fondo de Salvamento Financiero de Europa, y comprometerse a las reformas que se le estipularan.
Se pretende reducir las tasas de riesgo de esos bonos, de forma que los países en crisis puedan financiarse con créditos pagables.
El BCE no intervendrá sin condiciones, lo hará sólo si las naciones solicitantes cumplen condiciones específicas, pero éstas no serán fijadas por la entidad, de acuerdo con una nota publicada por el Financial Times la semana pasada.
Según el texto, Mario Draghi, el presidente del banco, dijo que correspondía a los gobiernos, a la Unión Europea, a la Comisión Europea y al FMI decidir sobre la naturaleza precisa de las condiciones. Una vez acordadas tendrán que ser respetadas. Esa es la demanda del BCE.
España e Italia han enfrentado altos costos de financiamiento en los mercados en los últimos meses debido a los temores de que ambas naciones necesiten rescates económicos similares a los aplicados a Grecia, Portugal e Irlanda. La medida anunciada por el BCE el 6 de septiembre beneficia directamente a ambos países.
Países como España necesitan con urgencia el financiamiento, pero se niegan a someterse a las prescripciones del BCE, del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Comisión Europea (CE) para poner pronto su presupuesto público en equilibrio.
Durante el anuncio del programa, Draghi indicó que el nuevo mecanismo de compra de bonos, que se hará en el mercado secundario, "salvaguardará la transmisión de la política monetaria en todos los países de la zona euro".
El Tribunal Europeo está establecido en Luxemburgo y es el máximo órgano jurídico de la Unión Europea.
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