Ni el estímulo fiscal ni el alivio monetario parecen ser suficientes para Brasil. En el segundo trimestre fue la economía BRIC que más se desaceleró, creciendo un agónico 0,5% frente al año anterior, muy por debajo de Rusia, India y China. ¿Serán suficientes los recortes de impuestos anunciados la semana pasada para sacar a la mayor economía de Latinoamérica de la letanía?
La economía brasileña creció sólo 0,4% en comparación con los tres meses previos, y pese a eso fue su ritmo más veloz en un año, informó la agencia de estadísticas el viernes. El primer trimestre, la economía creció 0,1% frente a los tres meses previos.
“Estamos muy lejos de decir que toda la economía está lista para despegar”, dijo a Bloomberg el estratega para Latinoamérica de Standard Chartered Bank. “Hay algunas cifras que podrían llevarnos a estar un poco más optimistas, pero no se puede declarar un máximo o una depresión sólo en base a un par de datos”, agregó.
A medida que la crisis de deuda de la zona euro y la desaceleración de China comienzan a golpear con fuerza en el intercambio comercial, las economías BRIC han volcado sus esfuerzos hacia la promoción de la demanda interna.
En el caso de India, la rebaja de las tasas de interés por parte del banco central tuvo el efecto deseado, ya que el consumo interno pudo contrarrestar en parte la debilidad de la demanda externa.
El segundo país más poblado del mundo creció 5,5% en el segundo trimestre, respecto de 2011, lo que estuvo por encima de las estimaciones de los analistas, informó la oficina de estadísticas el viernes.
Impacto del estímulo
Pero este no fue el caso de Brasil. La producción industrial cayó 2,5% en el segundo trimestre debido a caídas en la manufactura, minería y construcción civil, mientras que las inversiones declinaron 0,7%, según el informe.
“La inversión cayó debido al débil escenario externo y a que la demanda doméstica también está floja”, dijo a Bloomberg el economista jefe de SulAmerica Investimentos, Newton Rosa.
Según expertos, los esfuerzos de las autoridades por inyectar estímulo no han dado frutos hasta ahora. El gobierno de Dilma Rousseff ha reducido los impuestos salariales, ha bajado los impuestos a los autos y electrodomésticos, y ha implementado políticas que han debilitado el real más que a cualquier otra moneda este año.
Asimismo, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, adelantó en la presentación de la propuesta presupuestaria de 2013 que el gobierno anunciará en las próximas semanas recortes tributarios por US$ 7.400 millones.
El banco central, por su parte, bajó su tasa de interés de referencia, conocida como Selic, por novena reunión consecutiva la semana pasada, a un mínimo récord de 7,5%. El banco ha reducido el costo de los préstamos en 500 puntos base desde agosto, más que cualquier otra nación del Grupo de los 20 (G20).
China y Rusia, en tanto, evidenciaron también una desaceleración, aunque no tan marcada como en el caso de Brasil. El Producto Interno Bruto ruso subió 4% en el segundo trimestre, frente al año anterior, su expansión más débil en un año, mientras que la segunda economía mundial creció 7,6% en el mismo período, su nivel más bajo desde 2009.
La apuesta: el tercer trimestre
La prioridad de los gobiernos BRIC se enfoca ahora en el tercer trimestre, ya que un repunte en estos meses les permitiría terminar el año con una expansión que se ubique dentro de sus metas, las que, de todos modos, estarán lejos de las cifras estelares que se registraron la década pasada.
Las autoridades están optimistas. La semana pasada Moscú elevó la estimación de crecimiento para el año a 3,5%, desde un 3,4%, pero adelantó que esa cifra podría corregirse al alza a 4%, gracias al aumento de las ventas minoristas y la inversión en el primer semestre.
El banco central de India estima un crecimiento de 6,5% en los doce meses que comenzaron el 1 de abril, lo que igualaría el desempeño de 2011, que fue un mínimo en nueve años.
Sin embargo, los desafíos son grandes. “La tasa de crecimiento (del segundo trimestre) fue impulsada por el sector de la construcción y otros servicios”, aseguró a Bloomberg el economista de Kotak Securities, Suvodeep Rakshit. “Pero la historia de débil crecimiento continuará. La prioridad del Banco Reserva de India sigue siendo la inflación, así es que la responsabilidad está en que el gobierno acelere las reformas”.
Para sacar adelante su agenda de desarrollo, el primer ministro Manmohan Singh debe destrabar los conflictos políticos. La inflación cercana a 7%, por su parte, ata de manos al banco central para bajar más los tipos, en medio de un monzón que estuvo por debajo del promedio y que amenaza con elevar aún más los precios.
En el caso de China, el primer ministro Wen Jiabao realizó una gira hace unos días por provincias orientadas a las exportaciones, ocasión en la que aprovechó de pedir medidas adicionales para apoyar los envíos. “El tercer trimestre es un período crucial para cumplir las metas para todo el año en crecimiento de las exportaciones”, dijo en Guangdong, según reportó la agencia oficial Xinhua. Las ganancias del sector industrial bajaron 5,4% en julio respecto del año anterior.
Débil consumo brasileño
La suerte de Brasil en el penúltimo trimestre del año es un poco más incierta. Según expertos, los recortes de impuestos no serán capaces de estimular el consumo de un modo que contrarreste la caída en la producción industrial por la debilidad de la demanda externa.
Rousseff está consciente de ello, y por eso se ha alejado del modelo orientado en el consumo que marcó el gobierno de su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, y está intentando solucionar los cuellos de botella que han trabado el crecimiento.
A principios de mes la presidenta anunció planes para privatizar 17.500 kilómetros de carreteras y líneas férreas, lo que busca atraer inversiones por US$ 66 mil millones en 30 años, y de paso, mejorará la logística exportadora.
El bajo crecimiento a principios de 2012 fue “una llamada de atención” que está enfocando al gobierno en maneras de impulsar la productividad, dijo a Bloomberg el economista jefe para Latinoamérica de Morgan Stanley, Gray Newman. “El desafío de Brasil no tiene sólo que ver con los ciclos”.
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