Desde que estalló la crisis subprime de Estados Unidos en 2008, los bancos centrales de las principales economías del mundo han inyectado y comprometido liquidez por cerca de US$ 4,8 billones. Sin embargo, esta cifra parece no dar una solución definitiva a la compleja situación que atraviesan estos gigantes y los expertos ya comienzan a dudar de su efectividad y si el monto alcanza para lograr los objetivos de las distintas autoridades monetarias.
En tanto, el poder de fuego combinado de estas instituciones (excluido China), aglutinado en su balance, suma US$ 9,4 billones, cifra que es más del doble que el nivel observado en 2007. Según el experto de Credit Suisse Holdings USA, Neal Soss, este elevado guarismo sólo demuestra que los estímulos no han logrado traspasarse efectivamente hacia el sector financiero de la economías avanzadas, por lo que espera que haya más anuncios en lo que resta del año.
En cuanto al mercado accionario a nivel mundial, los analistas coinciden en mejores rendimientos para 2013, pero manteniendo la volatilidad observada durante este año. Los commodities, por su parte, están con perspectivas favorables para el próximo año.
Grandes emisores con balance récord de US$ 9,4 billones
En las próximas semanas se esperan nuevos anuncios de estímulo en China y Reino Unido.
El balance de los bancos centrales está en niveles históricamente altos, debido a que el crédito está muy contraído en las economías avanzadas. Los US$ 9,4 billones (millones de millones) combinados en el balance de la Reserva Federal de EEUU, el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón más que duplica los niveles de 2007, según datos de Bloomberg.
Sin embargo, eso se produce únicamente por la contracción del crédito en el sector privado, explicó a DF el economista jefe de Credit Suisse Holdings USA, Neal Soss. "Debido a que el sector privado está más cauto de lo que ha estado históricamente, la voluntad de otorgar préstamos está reducida y la voluntad de las personas en confiar en los bancos está reducida, los bancos centrales han sido forzados a tomar esta posición", afirmó.
Según el experto, la inyección de recursos de los bancos centrales no puede compararse con ciclos históricos previos, porque los auges de liquidez –el último de ellos en 2007, antes de que estallara la crisis subprime- fueron impulsados por el sector privado.
Ese año se registró un récord de anuncios de fusiones y adquisiciones, que superó los US$ 4,4 billones (según Thomson Financial, US$ 4,7 billones según Dealogic), impulsado por las firmas de capital privado y capital de riesgo.
Hasta ahora, aseguró Soss, el estímulo no ha logrado traspasarse efectivamente hacia el sector financiero de las economías desarrolladas.
Como resultado de la inyección reciente de liquidez de la Fed, el BCE y el Banco de Japón, los inversionistas han sacado su dinero de activos seguros y lo han trasladado de regreso a los mercados bursátiles: los flujos hacia los fondos accionarios llegaron a un máximo en cuatro años de
US$ 17 mil millones en la semana que terminó el 19 de septiembre, y US$ 6.300 millones más se colocaron en fondos de bonos, informó EPFR Global. Sin embargo, el dinero se destinó principalmente hacia los mercados emergentes, que captaron US$ 4.300 millones.
Otras medidas
Debido a la falta de efectividad de las medidas de los bancos centrales, los expertos anticipan que habrá nuevos anuncios en los próximos meses. En el caso de China, se espera que la institución aplique una nueva rebaja en el ratio de requerimiento de reserva de los bancos. En lo que se refiere al Banco de Inglaterra, los economistas consultados por Bloomberg apuestan porque el programa de compra de activos se amplíe a 500 mil millones de libras (US$ 812 mil millones).
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