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Derechos de propiedad

Las externalidades aparecen por causa de la ausencia de derechos de propiedad. Los derechos de propiedad son títulos legalmente establecidos sobre la propiedad, uso, y distribución de los factores de producción y los bienes y servicios que son reclamables ante una corte. El establecimiento de derechos de propiedad permite alcanzar la eficiencia. El contaminador enfrenta todos los costos y el mercado hace que CMS = CM = BM.

El teorema de Coase
El teorema de Coase plantea que si existen derechos de propiedad, si solo un pequeño número de participantes están involucrados, y si los costos de transacción son bajos, entonces las transacciones privadas son eficientes.
No hay entonces externalidades porque todas las partes relacionadas con la externalidad están involucradas. El resultado es el mismo independientemente de quien posea los derechos de propiedad.

¿Existe un nivel eficiente de contaminación o hay que llevar a cero la contaminación?

Para muchos la mejor solución debería ser el eliminar por completo la contaminación, lo cual implicaría cerrar fábricas, dejar de usar automóviles, aviones, barcos y general evitar casi toda actividad humana. Sin embargo esa no sería la mejor solución. Los distintos bienes y servicios son necesarios. No es posible llevar la contaminación a cero. Esto lleva a concluir que tampoco es eficiente el eliminar por completo la contaminación, y entonces lo que podría ser mejor es encontrar un “nivel eficiente de contaminación”. Es decir, un punto donde el costo marginal de la contaminación no supera a su beneficio marginal. En la gráfica, este punto óptimo se observa en el punto E.



Acciones del Gobierno para hacer frente a los costos externos

Hay tres acciones principales que los gobiernos usan para enfrentar los costos externos:

Impuestos
Cargos por emisiones
Permisos negociables
A continuación se describen en forma breve:

Impuestos
El gobierno puede establecer un impuesto igual al costo marginal externo. El efecto del impuesto es lograr que el costo marginal privado más el impuesto se igual al costo marginal social, CM + impuesto = CMS.

Este impuesto es llamado impuesto pigouviano, en honor del economista británico Arthur Pigou, quien fue el primero en proponer que se enfrentaran las externalidades de esta manera.

La figura muestra cómo se alcanza el nivel eficiente de producción con un impuesto a la contaminación.



Cargos por emisiones
El gobierno establece un precio por unidad de contaminación, de forma que si una empresa desea contaminar más, deberá pagar más cargos por emisiones.

Esto induce a las empresas a generar el nivel eficiente de contaminación, pero el gobierno necesitaría mucha información que normalmente no está disponible.

Permisos negociables
A cada empresa se le asignaría un monto permitido de contaminación por periodo y las empresas comerciarían los permisos.
El precio de mercado de un permiso confrontaría a los contaminadores con el social costo marginal de sus acciones y llevaría a un resultado eficiente.

Externalidades positivas: el conocimiento y la educación

Uno de los principales ejemplos, aunque no el único, de externalidades positivas es el conocimiento y la educación. El conocimiento proviene de la educación y la investigación y crea beneficios externos.

Beneficios privados y beneficios sociales

Un beneficio privado es un beneficio que el consumidor de un bien o servicio recibe, y beneficio marginal privado (BM) es el beneficio privado de consumir una unidad más de un bien o servicio.
Un beneficio externo es un beneficio que algún otro distinto del consumidor recibe. El beneficio marginal externo es el beneficio de consumir una unidad más de un bien o servicio que alguna otra persona distinta del consumidor disfruta.
Beneficio marginal social es el beneficio marginal disfrutado por la sociedad entera—por el consumidor y por cualquier otro sobre el que el beneficio recaiga—y es la suma del beneficio marginal privado y el beneficio marginal externo:

BMS = BM + beneficio marginal externo

La figura ilustra la curva BM, y la curva BMS. El beneficio marginal externo es la distancia vertical entre las curvas BM y BMS. La figura muestra como el mercado da una subproducción, al darse el beneficio externo y se crea una pérdida irrecuperable.


Acciones del gobierno para enfrentar los beneficios externos

Hay 4 acciones principales:

La provisión pública
Los subsidios
Los cupones
Los derechos de propiedad (patentes y derechos de autor)
A continuación se describen en forma breve:

Provisión pública
Bajo la provisión pública, una autoridad pública que recibe pago del gobierno produce el bien o servicio y vende la cantidad en la que el costo marginal iguala al beneficio marginal social.

La figura muestra cómo la provisión pública puede alcanzar un resultado eficiente.



Subsidios
Un subsidio es un pago del gobierno a productores privados. Si el gobierno paga al productor un monto igual al beneficio marginal externo por cada unidad producida, la cantidad producida aumenta hasta donde el costo marginal iguala al beneficio marginal social.

La figura muestra cómo los subsidios pueden alcanzar un resultado eficiente.



Cupones
Un cupón es un “símbolo” que el gobierno provee a las personas, el cual puede ser usado para comprar ciertos bienes o servicios específicos.

Derechos de propiedad intelectual
La forma de establecer los derechos de propiedad intelectual son las patentes y los derechos de autor, por medio de los cuales se otorga derechos de exclusividad al inventor de un bien, servicio o proceso productivo para usar, producir o vender su invención por un número dado de años.

Las patentes y los derechos de autor juegan un papel fundamental en la denominada “economía de la información”. En la actualidad la información y el conocimiento se han convertido en base esencial para el crecimiento y desarrollo de las economías, factores estratégicos para las empresas, pues constituyen un factor productivo más y uno de sus activos más valiosos, incluso un factor de producción con beneficios crecientes. Esto se ha dado a tal nivel que hasta se ha llegado a hablar de que este tiempo es la “era de la información”.

No es necesario argumentar demasiado para concluir que el conocimiento es sumamente valioso, pero el problema aparece ahí mismo, ¿cuánto vale ese conocimiento y cómo debe ser distribuido ese conocimiento entre los distintos individuos de la sociedad? Este problema se vuelve evidente cuando se observan los actuales debates sobre las patentes de medicamentos, las discusiones sobre el software libre, la piratería de libros, películas, música, entre otros puntos que generan importantes polémicas alrededor del mundo.

En este sentido aparecen diferentes posiciones. Algunos como Richard Stallman, líder de la Free Software Foundation, defienden radicalmente el software libre y atacan fuertemente las patentes de programas. Para Stallman las patentes son perjudiciales pues benefician sólo a las grandes compañías y perjudican a los países más pobres. Para otros, como Manuel Patarroyo, un distinguido científico colombiano creador de una vacuna contra la malaria, “el conocimiento debe ser abierto y universal”, ya que a su juicio no es patentable. Este científico no admite que las multinacionales ganen millones de dólares mientras mueren los que no pudieron pagar.

Sin embargo, al otro lado de la cerca están aquellos que defienden los derechos de propiedad intelectual protegida, principalmente, a través de la existencia de patentes y derechos de autor. Así los productores de la información (y muchos otros productos) podrán patentar sus “innovaciones”, lo que les concede un derecho exclusivo sobre su producción, y de esa manera “protegen” al propietario de la patente, pues se evita que otros la empleen sin compensar a su “creador” original. Se argumenta que si este mecanismo no existiera entonces desaparecería el incentivo a crear y desarrollar nuevos productos, de este tipo y de muchos otros.

Estas patentes confieren al productor original la exclusividad en la explotación de su invención, constituyéndose así en un monopolio. Este punto de vista concuerda con la conocida hipótesis de Schumpeter de que vale la pena fomentar la creación de monopolios, si de esta manera se promueve la innovación.

¿Por qué el mercado por sí solo no resuelve bien este problema?
La respuesta se relaciona con el hecho de que el conocimiento genera una serie de “beneficio externos” (externalidades positivas), los cuales no siempre son considerados por las personas a la hora de tomar sus decisiones y por tanto el mercado no los refleja apropiadamente.
Las actividades económicas generan costos y beneficios, los cuales pueden ser privados o externos. Por ejemplo, una persona que estudia en una universidad obtiene un beneficio para sí mismo, por ejemplo un mejor salario. Ese es el beneficio privado. Pero también se generan una serie de beneficios externos, es decir, beneficios que recaen sobre alguna otra persona. Por ejemplo, la posibilidad de ser mejor ciudadano, de mejorar la comunicación y el desempeño de las personas en la sociedad, de generar nuevas soluciones a los distintos problemas humanos, entre muchos otros.
Para ilustrar este problema de valoración de la información y el conocimiento se empleará un ejemplo sencillo, pero que tal vez es una situación común. Suponga que usted estudia en una universidad y tiene un examen la próxima semana. La materia de esa evaluación es bastante amplia y complicada. Sin embargo, gracias a sus horas de estudio y sacrificio, usted logra esquematizar todos los temas del examen en una página, logrando desarrollar así una herramienta clave para obtener una buena calificación en dicha prueba. Cuando usted llega a clase y sus compañeros ven la hoja que usted a creado y querrán sacarle fotocopia. Si usted tiene 25 compañeros, muy probablemente todos sacarán la copia de la hoja y usted habrá contribuido a que todos saquen una mejor nota. Pero usted también habrá obtenido pérdidas económicas, o sea que si usted no fuera estudiante jamás habría hecho ese trabajo. ¿Por qué? Las fotocopias que sus compañeros han obtenido valen por la información que contienen, pero ¿cuánto pagaron por esa hoja?, ¿cuánto pagaron por la información? La verdad es que pagaron sólo por la fotocopia y no pagaron nada por la información en sí misma. Usted no obtuvo ninguna retribución a cambio de su trabajo. Por eso usted no se dedicaría a eso, excepto que pueda obtener alguna compensación por los costos incurridos.

Una manera en que usted podría generarse un ingreso que compense su esfuerzo es patentar la hoja, y luego venderla según su demanda. La patente garantizaría que podrá limitar su uso, sólo usted tendrá derecho de copiarla y venderla. Esto le permitiría cubrir sus costos e incluso obtener ganancias, las cuales le incentivaría a seguir creando productos de este tipo, pero a la vez el número de personas beneficiadas por su hoja se reducirá, con lo que también se reduce el bienestar general del grupo. ¡Tal vez no todos los compañeros logren una buena nota!

Para la mayoría de los productores de industrias como la farmacéutica, biotecnológica, musical, software, entre otras, la posibilidad de que los países cuenten con fuertes mecanismos que protejan la propiedad intelectual es fundamental para promover su crecimiento y desarrollo a corto y largo plazo. Pero, por otro lado, también es cierto que estos mecanismos en los países de bajos ingresos podrían tener efectos adversos sobre su crecimiento y bienestar, pues gran parte de la población no tendría la capacidad para pagar por esos bienes y servicios.

Tal como se explicó anteriormente, el mercado no ofrece una solución apropiada. Es necesaria entonces la intervención del gobierno. Así la participación del gobierno debe encaminarse a hacer valer los derechos de propiedad en forma efectiva, pero a la vez crear los mecanismos que permitan un acceso equitativo a los beneficios de las investigaciones y el desarrollo tecnológico y científico.

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