Pese a que la crisis de 2008 sigue fresca en la memoria y a que en estos momentos Europa está viviendo un panorama de importantes apreturas financieras y económicas, la proyección de crecimiento a largo plazo de Chile sufrió un ajuste al alza, de acuerdo al informe que los técnicos que analizan el PIB tendencial entregaron al gobierno.
Esto se confirmó ayer cuando el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, junto a la directora de Presupuesto, Rosanna Costa, dieron a conocer los supuestos de crecimiento a largo plazo de la economía y del precio del cobre que contemplará el proyecto de Presupuesto 2013 que enviará el gobierno al Congreso el último día de septiembre.
En este escenario, el gobierno corrigió su estimación de PIB tendencial a 5%, desde el 4,9% anunciado el año pasado. En este escenario, Larraín señaló que la mejora es resultado del crecimiento que ha experimentado la formación bruta de capital fijo, que se proyecta por sobre el 6% para los próximos años y por la tasa de inversión en relación al PIB que alcanzaría un 24% hacia 2014, tres puntos porcentuales por sobre el 21% que registró en 2010.
Así, la expansión de la Productividad Total de Factores (PTF) se situó a niveles en torno a 0,5% anual para los próximos años, ubicándose en terreno positivo tras la caída evidenciada entre 2006 y 2009. “Con estos parámetros y con la cautela que debemos guardar frente al escenario externo, podemos garantizar que los programas sociales y los compromisos del gobierno estarán completamente financiados en el Presupuesto 2013”, concluyó Larraín.
Cobre también al alza
El Ejecutivo también informó que la proyección del precio de largo plazo del metal rojo sufrió una leve alza desde los US$ 3,02 la libra usado en el Presupuesto 2012, a US$ 3,06 la libra para el presente erario. Según los expertos, la estimación de largo plazo, que cada vez más se acerca al precio spot de mercado, está mostrando que el país tiene una fuente “más relevante de ingresos estructurales entregados por el cobre”.
“El gobierno cuenta con un mayor ingreso estructural. Cuando eso ocurre tiene un mayor espacio para incrementar los niveles de gasto. Al aumentarlo tenemos un Estado que es más grande y eso permite no afectar el balance estructural”, explica Rodrigo Aravena, economista jefe de BanChile Inversiones.
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