La Rinconada es un centro poblado, dentro de la jurisdicción del Distrito de Ananea, en la Provincia de San Antonio de Putina, Departamento de Puno, Perú. La Rinconada está ubicada en la región Janca, según la clasificación de Pulgar Vidal, siendo así el poblado permanente más alto del mundo, según la edición de mayo de 2003 de la revista National Geographic.
Su área urbana abarca gran parte del flanco occidental de una estribación del nevado Ananea grande. Sus coordenadas son 14°37′54″S 69°26′47″O.
Podemos hallar en sus zonas circundantes, los siguientes poblados:
El relieve de la ciudad es muy escarpado, con pendientes muy abruptas y zonas de muy dificil acceso, asimismo las minas se hallan regadas en todo el flanco sur del nevado Ananea grande, el tránsito en estas zonas es muy peligroso.
Población
La población local creció 235% entre 2001 y 2009, y actualmente tiene cerca de 30.000 habitantes.
Forma a su vez con los poblados de sus inmediaciones una zona metropolitana de alta densidad demográfica que abarca a: Ritt'icucho, Yurajpampa, Lunar de oro, Ananea y al mismo pueblo de la Rinconada.
La Rinconada es un remoto pueblo en la cordillera de Los Andes, en el sur del Perú, a casi 6.000 metros de altura y con una gran cantidad de oro en el subsuelo.
El aumento del precio del oro en los últimos diez años (casi un 300%) ha empujado mucha gente a trasladarse a La Rinconada buscando oportunidades laborales. Hoy en día, más de 40.000 personas viven allí (diez veces más que hace dos décadas). Pero el oro es también una burbuja económica que la Rinconada está experimentado, susceptible de deshincharse en cualquier momento (precisamente ahora su precio está registrando una caída importante).
La búsqueda desesperada de oro ha introducido un elemento de caos en La Rinconada. Se han construido descontroladamente miles de chabolas de hojalata por toda la ciudad. No hay agua corriente ni alcantarillado. Una casi inexistente fuerza policial no puede impedir crímenes comunes, la prostitución ilegal y el tráfico de drogas. La basura y los excrementos están por todas partes y el nivel de contaminación es peligroso. La polución y la elevada altitud de La Rinconada causa enfermedades respiratorias y problemas de crecimiento entre los niños. El centro médico local apenas cubre un 10% de las necesidades de la población.
A excepción de una minoría de empresarios, las familias mineras están bajo unas pésimas condiciones de vida y de trabajo para luego invertir sus beneficios en el consumo de alcohol y, sobre todo, en la compra de vestidos caros para los carnavales o las fiestas anuales de sus localidades. La mayor parte de los pobladores de La Rinconada, procedentes del Perú más rural, no proyecta sus ahorros a un futuro a largo plazo y sigue y seguirá subiendo a La Rinconada para lograr más y más oro. Al menos mientras que la burbuja no estalle.
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