El Producto Interno Bruto de México se mantendrá atrapado en un crecimiento que va de 2 a 2.5%, mientras no surja un acelerador, como una recuperación de la producción petrolera, una sólida y pareja actividad económica en Estados Unidos o un despegue fuerte de las inversiones, advirtió Carlos Capistrán, economista en jefe de Bank of America Merrill Lynch para México.
En su conferencia de fin de año, destacó sin embargo que la actividad mexicana tiene un componente de estabilidad pese a los choques fuertes externos, lo que le permitirá ser la economía destacada de América Latina que, en cambio, sufrirá una recesión este año y el próximo.
Pese a que corrigió al alza su previsión de crecimiento para este año, de 2.2 a 2.3%, y que espera una expansión de 2.5% para el 2016, dice que no se puede ignorar que los recortes al gasto, aunque son prudentes, tendrán un impacto importante en la dinámica interna.
“Si la economía alcanza a crecer por arriba de 2.5%, sería por una sorpresa en la inversión. Y nosotros ya empezamos a ver que viene acelerándose la inversión en el lado de la electricidad y la reforma energética por los bajos precios del petróleo”, comentó.
Ahí mismo, el director general de BofA para México, Emilio Romano, explicó que México sí tiene un alto potencial para la firma y consideran que es una de las economías que más crece a nivel mundial.
“México tiene capacidad para consolidarse como una potencia exportadora y es una de las economías que más crece entre las emergentes mundiales. Su crecimiento se percibe estable y eso nos compromete a continuar financiando a las grandes empresas para los grandes proyectos del próximo año”, aseguró.
El economista de BofA destacó que a nivel regional, la actividad económica de México irá a contracorriente del ciclo recesivo por el que transitan y en el que se mantendrá el promedio de los países de América Latina.
Para este año, estiman que la economía latinoamericana registrará una contracción de 0.5% y el próximo repetirá un desempeño negativo que estiman llegará a 0.2 por ciento. “Serán años desastrosos para América Latina”, refirió.
En contraste, destacó que México crecerá 2.3% “o más” este año y que el próximo podría registrar una expansión de 2.5 por ciento.
Comparó también la situación de México con la de Brasil al exponer que la primera economía regional sufrirá una caída superior a 3% en su PIB, que se sostendrá en el mismo nivel para el año entrante.
Y destacó que mientras México tiene un PIB potencial en expansión, el de Brasil se reduce. La diferencia, destacó, está en la serie de reformas que se presentaron en México desde hace más de 20 años, que comenzaron con la autonomía del Banco de México y la flotación del peso.
El economista reconoció que el alza de tasas de la Fed motivará mayor volatilidad en el mercado financiero mundial, pero descartó que se vayan a presentar salidas de capital en México.
Consideró que el dólar podría cotizar “alrededor de los 17 pesos” para luego estabilizarse, en tanto que el tipo de cambio de equilibrio tendría que ser de 15.80 pesos por dólar.
Y adelantó que la Fed comenzará con la normalización de su tasa el próximo 16 de diciembre, con un incremento de 25 puntos base. Estimó que habrá otras cuatro o cinco alzas el año entrante para completar un aumento de un punto porcentual.
En cambio, comentó que la baja inflación que ha experimentado México, y que se mantendrá en el 2016, facilita a Banxico a esperar el movimiento de la Fed para hacer lo propio, también de 25 puntos base, para luego moderar la normalización de la tasa mexicana.
En su opinión, la Junta de Gobierno de Banxico realizará en la tasa un incremento de 50 puntos para el año entrante.
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