Las autoridades de China entregarán esta semana el dato de crecimiento del primer trimestre y los economistas apuestan a un 7%, una tasa envidiable para cualquier economía emergente (y ni hablar de los países avanzados), pero el nivel más bajo para la segunda mayor economía mundial en seis años. Esta expansión sería el peor desempeño desde el primer trimestre de 2009 y sigue a un avance de 7,3% en los últimos tres meses de 2014.
Esta semana se publicarán además las cifras de comercio exterior, producción industrial, ventas minoristas e inversión en activos fijos de marzo, y los analistas consultados por Reuters esperan una desaceleración de la actividad en todos los sectores.
Eso aumentaría la posibilidad de que China registre su menor tasa de expansión en 25 años este año, si se cumple la meta de expansión oficial de 7% que estableció el Congreso Popular en marzo.
Según los expertos, es probable que la debilidad de los datos reviva la especulación sobre si el banco central actuará para expandir la política monetaria y de ese modo apuntalar el crecimiento. En lo que va de 2015, la institución ha respondido a la desaceleración bajando las tasas de interés y relajando los requerimientos de reserva de los bancos.
"Probablemente tengan que hacer un poco más, un poco más rápido", dijo a Reuters Kevin Lai, economista de Daiwa Securities en Hong Kong.
Se aleja la deflación ¿o no?
Al menos el viernes, las autoridades recibieron un respiro, ya que la inflación avanzó 1,4% anual en marzo, manteniendo el nivel de febrero, informó la oficina de estadísticas.
Eso superó las estimaciones de los analistas consultados por Bloomberg, que apuntaban a un 1,3%. El gobierno establece el nivel de 1% como una "luz roja" de advertencia para la deflación. En enero, los precios subieron sólo 0,8%, su peor ascenso en cinco años.
En tanto, el índice de precios de los productores, que se ha mantenido en deflación desde principios de 2012, también entregó una pausa, ya que bajó 4,6% anual en marzo, desde una caída de 4,8% en febrero, superando los pronósticos que anticipaban un descenso de 4,8%.
"El dato implica una menor presión a la baja en la demanda que a principios de año y de lo que se temía", explicó a Bloomberg Dariusz Kowalczyk, economista senior de Credit Agricole en Hong Kong. Esto "reducirá los llamados a mayores recortes de tasas", agregó.
Pero no todos coinciden. Julian Evans-Pritchard, economista para China de Capital Economics, escribió en una nota a clientes que pese a la estabilización de los precios, él espera que la inflación de precios de los alimentos siga presionando a la baja el índice general en los próximos meses, lo que llevaría al banco central a aplicar nuevas medidas de flexibilización este trimestre.
Por su parte, economistas de Nomura escribieron que esperan tres recortes de tasas más y otras tres reducciones de los ratios de requisitos de reserva este año.
Avalancha de datos
Los analistas consultados por Reuters no están optimistas respecto de los datos que se conocerán esta semana. Los expertos prevén que el crecimiento anual de las exportaciones se haya desacelerado a 12% en marzo, desde un alza de 48,3% en febrero, un dato que habría estado inflado por el feriado del Año Nuevo Lunar.
Por su parte, las importaciones, que se han debilitado por la desaceleración de la economía y la caída de los precios de los commodities, habrían caído un 11,7% anual, frente a una contracción de 20,5% en febrero.
La producción de las fábricas, que bajó a su menor nivel en seis años en los primeros dos meses de 2015, habría crecido 6,9% frente al mismo mes del año anterior, casi sin variaciones respecto de febrero.
En tanto, el crecimiento anual de la inversión en activos fijos, un motor crucial de la economía china, habría subido 13,8% en marzo, en comparación con un 13,9% en febrero, lo que marcaría el peor desempeño desde 2001.
"A juzgar por los datos de generación eléctrica y de utilización de capacidad, hasta fines de marzo, el crecimiento económico siguió perdiendo impulso", escribieron analistas de Everbright Securities en una nota a clientes.
Las ventas minoristas servirán como barómetro del consumo. Una señal de debilidad sugeriría que la desaceleración de los salarios y el efecto negativo en la riqueza que ha provocado la caída en los precios de las viviendas están golpeando al consumo. Esto reduce las posibilidades de que se produzca el reequilibrio de la economía que busca el gobierno (que pretende cambiar el motor de crecimiento desde las exportaciones y la inversión hacia el consumo interno).
Sin embargo, las autoridades en Beijing no son tan negativas. El consumo está contribuyendo a la economía, pese a que el crecimiento de la inversión ha bajado, afirmó el viernes Yu Bin, investigador del Centro de Investigación del Desarrollo del Consejo de Estado, publicó la agencia oficial Xinhua. El consumo contribuyó con 51,2% del Producto Interno Bruto en 2014, tres puntos porcentuales más que el año anterior.
Por eso, Yu se mostró confiado en que la economía mantiene su impulso, pese a la desaceleración.
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