El Banco Mundial recortó ayer sus previsiones para el crecimiento de los países en desarrollo del este de Asia durante 2015 y advirtió sobre riesgos "significativos" por la incertidumbre global, incluyendo el impacto potencial de un fortalecimiento del dólar y mayores tasas de interés en Estados Unidos.
El ajuste se produce en la antesala de la Reunión de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Grupo Banco Mundial, que tendrá lugar en Washington entre el 17 y el 19 de abril con especial foco en la desaceleración de los emergentes.
El organismo con sede en Washington espera que la región en desarrollo del este de Asia y el Pacífico (EAP), que incluye a China, crezca 6,7% en 2015 y en 2016, frente a la expansión de 6,9% que registró en 2014. Esa cifra es inferior a su pronóstico anterior de octubre de un crecimiento de 6,9% para este año y de 6,8% para 2016.
En particular, el crecimiento de la segunda economía del mundo podría disminuir debido a las políticas destinadas a poner a su economía sobre una base más sostenible y hacer frente a las vulnerabilidades financieras, dijo el Banco Mundial en el informe Actualización económica sobre el este de Asia y el Pacífico.
La actividad económica china se desaceleraría a 7,1% este año y a 7% el siguiente, frente al 7,4% de 2014. La previsión anterior era de 7,2% en 2015 y de 7,1% en 2016.
Si bien el impacto de los bajos precios del petróleo varía de un país a otro, el Banco Mundial sostuvo que la perspectiva de un período sostenido de bajos costos del crudo ayudará a apuntalar el crecimiento en la región.
Sin embargo, debido a las incertidumbres de la economía mundial, existen "riesgos significativos" para la perspectiva regional, agregó. "Alzas en las tasas de interés en EEUU y un dólar estadounidense apreciándose, asociados a la divergencia de la política monetaria en las economías avanzadas puede elevar los costos de endeudamiento, generar volatilidad financiera y reducir las entradas de capital más rápidamente que lo anticipado", dijo el Banco Mundial. Cualquier desaceleración en Japón y la zona euro podrían mellar las exportaciones de la región, añadió.
Exportaciones pierden fuelle
Coincidiendo con esta advertencia, las autoridades chinas anunciaron ayer que las exportaciones registraron en marzo su mayor descenso en más de un año, una caída sorpresiva que aumentará aún más las preocupaciones sobre el debilitamiento de la economía.
Los envíos al extranjero cayeron 14,6% respecto del año anterior, de acuerdo a la administración de aduanas de Beijing. Eso se compara con la estimación mediana de un aumento de 8,2% de una encuesta entre analistas de Bloomberg News. Las importaciones cayeron 12,3%, dejando un superávit comercial de 18.160 millones de yuanes (US$ 3 mil millones).
El descenso de las exportaciones plantea interrogantes sobre la durabilidad de la demanda mundial y profundiza los desafíos para una economía que lidia con el exceso de capacidad y una caída de la propiedad. El banco central del país ha relajado las normas sobre compra de vivienda y ha recortado las tasas de interés en dos ocasiones, con los economistas previendo más estímulos.
"El consumo es débil, la inversión se está desacelerando, y ahora las exportaciones son más débiles de lo esperado", dijo Liu Xuezhi, economista de Bank of Communications en Sanghai. "La presión a la baja respecto del crecimiento económico va en aumento, haciendo que sea más urgente para el gobierno iniciar el despliegue de más políticas a favor del crecimiento".
Crecimiento más lento
Las cifras del PIB previstas para el miércoles, probablemente muestren que la economía se expandió 7% en el primer trimestre respecto del año anterior, según la estimación promedio de 38 economistas consultados por Bloomberg, el ritmo más lento desde enero-marzo de 2009.
El crecimiento del comercio se enfrenta a los desafíos de la débil demanda externa, el crecimiento económico más lento y los precios de las materias primas más bajos, detalló el portavoz de la oficina de aduanas, Huang Songping, en una conferencia en Beijing.
Los envíos a EEUU cayeron 8%, mientras que a la Unión Europea lo hicieron en 19% y a Japón, en 25%.
El mal desempeño de las exportaciones llega pese a un mayor número de días laborales y una baja base e impulsará los temores de que la demanda externa está siendo socavada por un yuan más fuerte, escribió Dariusz Kowalczyk, economista de Credit Agricole.
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