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Segundo aniversario del fin de la recesión en Estados Unidos

Este mes se cumple el segundo aniversario del fin de la recesión y el inicio de la recuperación. Pero es una recuperación sólo de nombre, tan débil que no existe. Y ha sido débil desde el principio. El crecimiento real del PIB ha promediado sólo un 2,8 por ciento por año en comparación con el 7 por ciento después de la última recesión profunda en 1981-82, como se muestra en la siguiente tabla. Y la tasa de desempleo es de más de 9 por ciento.

Hoy en día el Comité Económico Conjunto del Congreso celebró una audiencia sobre si un plan creíble para reducir el crecimiento del gasto público sería reforzar o dificultar la recuperación. Yo argumenté que una estrategia presupuestaria creíble fortalecer la recuperación, mediante la eliminación de las amenazas de una nueva crisis fiscal, los impuestos más altos, una mayor inflación y mayores tasas de interés para todos (causada por el enorme déficit y la deuda cada vez mayor y todos los impedimentos a la inversión privada y la creación de empleo testimonios escritos aquí y discurso de apertura en C-Span 6:23 minutos aquí). Para equilibrar el presupuesto sin aumentar los impuestos del plan tendría que reducir el crecimiento del gasto en $ 6 billones de dólares durante diez años.

Afortunadamente, hay algunos signos de progreso: La elección en noviembre pasado envió un mensaje a Washington para reducir el déficit y la deuda, el acuerdo sobre el presupuesto 2011 redujo desde 2010 hasta 2011 el crecimiento de la autoridad presupuestaria discrecional de + $ 39B de - $ 39B, el presidente Obama retiró su primera propuesta de presupuesto para el año 2012 y esta de acuerdo con un menor gasto, y la idea de vincular la subida del límite de la deuda a la reducción en el crecimiento del gasto se mantiene, a pesar de las protestas del secretario del Tesoro y el presidente de la Fed.

Una forma de implementar una estrategia presupuestaria creíble en nuestro actual gobierno dividido podría llegar a un acuerdo ahora para reducir el gasto por $ 2.5 billones de dólares durante diez años (incluyendo los cambios de material en 2012) como parte de la subida de la deuda $ 2,5 billón límite, y luego debatir cómo hacer frente con los restantes $ 3,5 billón brecha en la elección presidencial. Un lado diría que para cerrar la brecha aumentando los impuestos. El otro lado diría que para cerrar la brecha mediante la reducción de gastos. Si bien el resultado aún es incierto, no habría mucho menos incertidumbre sobre el presupuesto que existe actualmente.

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